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CEO de Grupo Eleta comparte fórmula para reducir riesgos en los negocios

Guillermo Saint Malo Eleta, CEO del conglomerado Eleta, confía que para crecer, hay que concentrar esfuerzos y riesgos en una industria o negocio, al tiempo que se diversifica.

Eleta es un grupo panameño que posee una cartera de diversas empresas en los sectores de energía, telecomunicaciones y medios, turismo, bienes raíces, agroindustria y tecnología.

Bajo el mando actual de Guillermo de Saint Malo Eleta, como su director general, el grupo que ya acumula 60 años de experiencia, se ha involucrado recientemente en inversión de tecnología y emprendimientos.0 years of experience, has recently become involved in technology investment and entrepreneurship.

Nieto del fundador Fernando Eleta Almarán, Guillermo ha apostado fuerte por la inversión en energías alternativas, y ha seguido la línea de diversificación del negocio como estrategia base para el crecimiento. Aquí parte de su visión empresarial. made a strong commitment to investing in alternative energies, and has followed the line of business diversification as a basic strategy for growth. Following is a glimpse of his business vision.

¿Cuál es la estrategia de Eleta para salir adelante en un contexto global complejo como el actual (inflación, recesión, guerra)?

—En Eleta vemos las complejidades como una gran oportunidad, para la que contamos con equipos ágiles, flexibles y comprometidos. Sin duda, la inflación y el incremento en las tasas de interés generan presiones adicionales, pero esos retos son precisamente los que abren las oportunidades a quienes tengan el talento necesario para accionar y capitalizar.

Su portafolio de inversiones es muy diverso, ¿a qué se debe este enfoque?

—Esta diversificación obedece a nuestro plan de inversión y ruta de ejecución. Para crecer, por un lado, concentramos esfuerzos y riesgo en una industria o en un negocio y, por el otro, diversificamos para protegernos y disminuir riesgo. El balance de las dos es nuestra fórmula.

¿Cuáles son las oportunidades de negocio que mira en este momento y por las que podría apostar o ya está apostando?

—Estamos comprometidos con el sector energético, turismo y agro como ejes de desarrollo. Nos atraen espacios que generen beneficios positivos, contundentes y sostenibles. Estos tres verticales generan beneficios tangibles para sus distintos grupos de interés y en especial para las comunidades receptoras de estos proyectos. Bajo esta visión, las empresas vinculadas a Eleta han desarrollado un nivel de resiliencia y espíritu de innovación que nos ha permitido permanecer competitivos en entornos complejos, y generar sustento para miles de familias panameñas.

En el tema sustentable, ustedes han tenido la visión de apostar por la generación de energía renovable, ahí ¿cuál es la estrategia o los planes que se están siguiendo?

—Desde nuestra incursión en el sector eléctrico, nuestro norte ha sido primordialmente la generación de energía renovable. Contamos con inversiones en plantas hidroeléctricas, así como en plantas solares. Además de generar energía de manera limpia, nuestra riqueza natural es sol y agua, y es precisamente la que debemos aprovechar.

En Eleta creemos que el acceso a la energía en sus distintas formas es un prerrequisito indispensable para el desarrollo socioeconómico. Por esto, trabajamos en llevar energía a comunidades apartadas de Panamá través de sistemas de generación aislados.

Hay otro tema relevante que es el inmobiliario (tanto comercial como turístico), ¿cómo van ahora estos negocios? ¿cómo se blindan para no salir afectados de la incertidumbre económica?

—Idea, plan y ejecución. Solo ideas accionables merecen el enfoque y es precisamente el turismo el área de gran oportunidad para Panamá. Estamos convencidos de que el turismo tiene la capacidad de aprovechar el patrimonio natural y cultural de nuestro país, para generar prosperidad de una forma sostenible e inclusiva para todos.

Panamá es el país más conectado de la región, tiene el dólar como moneda en curso, una mano de obra con ganas de expresarse y un patrimonio en bruto que está listo para que sea desarrollado. Nuestra riqueza natural y cultural incalculable, así como microclimas variados en una geografía pequeña que ponen en evidencia la rica biodiversidad que tiene para ofrecer.

Sabemos del impulso de café especial o de especialidad, en Panamá, donde Eleta también tiene inversión. Ahí ¿cuál es el panorama?

—Panamá produce no “de los mejores”, sino el mejor café del mundo, y estamos participando de manera muy activa en este mercado. Nuestro enfoque va en la participación de la cadena completa y así estar verticalmente integrados, desde la operación agrícola hasta la operación industrial y comercial. Vemos con mucho entusiasmo el impacto que este sector tiene en la economía y en sus comunidades.

Una de las bondades de esta industria es su impacto en el turismo.

Tenemos el Circuito de Café como producto turístico, lo exportamos en sus diferentes formas, verde o tostado, se comercializa en cafeterías alrededor del mundo, como en nuestras tiendas Unido, en Washington, y por último sirve de mecanismo de promoción y atracción de turistas; de la misma manera que el vino lo hace para Francia o California.

El papel de la iniciativa privada debe ser más responsable, de acuerdo con los análisis y tendencias relativas a cultura organizacional. Desde Grupo Eleta, ¿cómo se asume este rol de mayor responsabilidad social y ambiental en estos días.

—La sostenibilidad es un tema transversal que inicia con nuestros valores. El tipo de negocios en los que nos involucramos pasa desde nuestros procesos productivos hasta nuestro compromiso con nuestros distintos grupos de interés.

Trabajamos para que nuestras empresas representen impactos positivos a largo plazo a través de oportunidades laborales, educativas, la promoción del desarrollo humano sostenible y la preservación de nuestros patrimonios naturales y culturales.

Cada una de las industrias en las que participamos tiene procesos y necesidades particulares, las cuales son atendidas siguiendo altos estándares operativos y los principios de excelencia y conciencia social heredados de Fernando Eleta Almarán, y los que transmitimos con orgullo a las nuevas generaciones y a nuestra familia extendida en las empresas que forman parte del Grupo.

Un ejemplo importantísimo de cómo operamos es el hecho de que Café Eleta ha sido desde hace más de 20 años pionero en la erradicación del trabajo infantil en la industria cafetera, procurando la educación de más de 800 niños en la Escuelita de Eleta.

¿Cuál considera que debe ser la relación entre iniciativa privada y poder público?

—Como ciudadano y como empresario, creo fielmente en el poder de la asociatividad entre los sectores público y privado para guiar el progreso del país, así como en el ingenio de las personas para crear y generar valor a la sociedad, a través del emprendimiento. El Estado tiene el rol de colocar reglas del juego y asegurarse que sus jugadores las cumplen.

Siempre se ha pensado en Panamá como un hub logístico centroamericano, pero con tareas pendientes en temas de desarrollo. ¿Cuáles considera que son las urgencias para consolidar el liderazgo canalero en la región?

—Panamá no ha perdido liderazgo en este sentido, sin embargo, el valor agregado a la logística e industrias, como la farmacéutica, son áreas que debemos activar de manera agresiva.

Todo el ecosistema alrededor del canal y nuestros aeropuertos requieren de enfoque y ejecución acelerada para no perder oportunidades que generan empleo, competitividad y sostenibilidad a largo plazo.

¿Cuáles son los proyectos que están impulsando ahora, con qué expectativas y qué otros planes hay a futuro?

—Energía, turismo y café son nuestras áreas de desarrollo y allí seguimos enfocados. Los esfuerzos van desde el Caribe hasta aperturas de sucursales de Café Unido en Estados Unidos. Estos esfuerzos también son áreas de oportunidad para que panameños puedan expresarse en estas empresas y posicionar el nombre de Panamá.

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